La vivienda tiene 124 m² construidos, una terraza cubierta de 10 m² y una gran terraza privada en la azotea de unos 80 m². Actualmente cuenta con tres dormitorios y dos baños, un salón-comedor con cocina abierta y una sala de estar aparte. Esta sala se puede convertir en un cuarto dormitorio o unirse al dormitorio de al lado para crear una gran suite principal. Todo está en una sola planta, y el apartamento ocupa todo el quinto piso del edificio, garantizando privacidad total.

Todas las ventanas dan al exterior, y cada habitación tiene salida a un largo balcón que rodea la vivienda. Las vistas son abiertas y despejadas, garantizadas de por vida, con una línea de mar visible en el horizonte. La ubicación es perfecta, a solo 600 metros de la playa y en la calle principal del pueblo. Con orientación este, sur y oeste, el apartamento recibe sol y luz durante todo el día. Además, el salón tiene una chimenea funcional que le da un toque acogedor.

Hay mucho espacio para guardar cosas, tanto dentro como fuera del apartamento, y los gastos comunitarios son muy bajos. Aunque necesita reformas, esta propiedad es única. En Guardamar ya no se permiten construcciones de cinco plantas, por lo que esta vivienda siempre tendrá luz natural y vistas sin obstrucciones.

El edificio cuenta con cámaras de seguridad, y justo al lado hay un gran aparcamiento gratuito. Todos los servicios están a poca distancia andando.